Wed24Feb2010

Viaje épico a México completado

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Elena Miramar

¿Cuál es tu meta imposible? Ese es el reto de un viaje de 6,000 millas que Diego González Joven, de 26 años, recientemente completó. Diego y su compañera de aventura Rachael Scdoris pedalearon su bicicleta hecha de bambú durante varias millas desde Alaska, a través de Canadá y hasta la costa de los Estados Unidos. Cruzaron la frontera de México en diciembre, dirigiéndose hacia Los Cabos, en Baja California Sur. Diego pretendía nadar 180 millas

a través del Mar de Cortéz hasta Mazatlán antes de que él y Rachael empezaran a viajar en bicicleta a través de México. Diego señala que el objetivo de la expedición es inspirar a las personas. “Para probarle a la gente que nada es imposible siempre y cuando uno se comprometa con sus objetivos”, escribe Diego en su sitio web, www.whatsyourimpossible.com.

En un correo electrónico recientemente enviado a amigos y simpatizantes, Diego y Rachael describen la última parte de su largo viaje:
“Después de 6,000 millas de viajar en bicicleta, sobre terreno que variaba de un aburrido desierto llano a caminos montañosos de 11,000 pies, de tormentas muy frías hasta calor y humedad extrema y todo lo que hay en medio, pedaleamos nuestras bicicletas de bambú hasta el hermoso Cancún. Enseguida, nos zampamos tacos del puesto de la calle que encontramos.

El camino de Mazatlán a la Ciudad de México fue largo, caluroso y accidentado pero llegamos a tiempo para celebrar la Navidad con tres días de esparcimiento. Nos tomamos esos tres días para relajarnos y explorar la ciudad. Pasamos la Navidad con la familia de Diego y tomamos un día más de descanso. Sentimos que debíamos estar de regreso al camino pero el día adicional fue necesario ya que estábamos tan abotagados de toda la estupenda comida, no había manera de que pudiéramos haber llegado a ningún lado. Entonces llegó la hora de continuar hacia Cancún.

Conocimos a muchísimas personas maravillosas en el camino. Los amigos de Diego, uno de los policías que nos escoltaba, o simplemente la gente que conocimos fortuitamente a lo largo del camino nos aceptaba y nos trataba como si fuéramos familia.

Para el año nuevo, nos desviamos ligeramente de la expedición y celebramos en una pequeña ciudad costera llamada Veracruz. El siguiente día regresamos a la bicicleta, andando en promedio fácilmente de 60 a 80 millas por día a una velocidad de 15 millas por hora. Habíamos planeado andar un promedio de 100 millas por día pero en cada lugar que llegábamos nos encontramos a los medios de comunicación haciendo fila para hablar con nosotros y la gente era tan cálida y encantadora que nos resultaba difícil irnos. Sin embargo, los últimos dos días todos nosotros estábamos listos para terminar. Después de terminar nuestra presentación en Mérida, hicimos dos días de 100 millas a 15 millas por hora.

Estamos muy emocionados de haber terminado y tan agradecidos por todo su apoyo. Estamos listos para avanzar a nuevos retos. Pasamos algunos días en Cancún, la mayor parte del tiempo jugando en la playa. Ahora nos dirigimos de regreso a la Ciudad de México. Una vez ahí, Diego empezará a coordinar su segundo intento de cruzar el mar de Cortéz”.