Sun07Jun2015

Un enfoque en el bienestar, no en la medicina

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elena

La gente puede tomar medidas para minimizar los efectos de enfermedades crónicas con una dieta saludable, control de peso, dormir bien y mantenerse felizmente sociables y con actividades que mantengan a la gente ocupada y saludable.

Los reportes de las estadísticas enfocados en información negativa refuerzan la expectativa de que la salud se deteriora al ir envejeciendo y alimenta el ciclo que lleva a un gran número de procedimientos médicos y a costos de salud más altos, los cuales alcanzaron, en 2013, $2.9 trillones de dólares y está proyectado que aumenten un promedio de 6 por ciento anual hasta el 2023. Para revertir esta tendencia insostenible, el Dr. Robert Drapkin, recomienda que los profesionales de la salud promuevan hábitos saludables a fin de prevenir enfermedades en lugar de simplemente dar tratamiento a los síntomas de estilos de vida sedentarios que generalmente surgen cuando la gente envejece.

El Dr. Drapkin dice que el enfocarse en estadísticas negativas alimenta conjeturas falsas de que al envejecer se tendrá una mala salud. En lugar de contribuir a esta expectativa, médicos y proveedores de la salud deberían de ayudar a las personas de la tercera edad a evitar enfermedades promoviendo hábitos saludables. Promover hábitos saludables de manera temprana en el transcurso de la vida ayudará a los estadounidenses a evitar muchas enfermedades que causan una pobre calidad de vida y preocupaciones financieras al envejecer.

“Las personas de la tercera edad y sus familias se beneficiarán gratamente al poner énfasis en mejorar el bienestar en lugar de los tratamientos sin fin y medicación excesiva”, menciona el Dr. Drapkin. “Sin un esfuerzo enfocado en la educación, los costos en aumento del cuidado de la salud continuarán siendo una carga para los miembros de las familias”.

“Los Estados Unidos gastan más en el cuidado de la salud que ningún otro país”, menciona el Dr. Drapkin, “pero nuestra salud en general no es comparable con la del resto del mundo. En algunos estados, la esperanza de vida de hecho está disminuyendo, como resultado de la elección de estilos de vida sedentarios y hábitos poco saludables”.

Ilustrando ese punto, el sobrecargado sistema del cuidado de la salud destina por lo menos 25 por ciento de sus recursos a dar tratamiento a enfermedades e incapacidades prevenibles causadas por hábitos dañinos como el fumar, dietas no saludables, falta de ejercicio, no uso del cinturón de seguridad y abuso de alcohol. De hecho, el alcohol, los cigarros y la obesidad le cuestan combinados al sistema del cuidado de la salud de EE.UU. $177 billones de dólares al año.

“La población latina está enfrentando retos al envejecer, siendo la diabetes un gran reto en particular”, menciona la Dra. Christine Rozance, Director Médico del Center for Elders' Independence (CEI), el cual cuenta con oficinas en el Este de la Bahía y en todo el país.

“La gente puede tomar medidas para minimizar los efectos de enfermedades crónicas con una dieta saludable, control de peso, dormir bien y mantenerse felizmente sociables y con actividades que mantengan a la gente ocupada y saludable”.

CEI es una organización sin fines de lucro, que cuenta con un Programa de Cuidado Todo Incluido para las Personas de la Tercera Edad (PACE, por sus siglas en ingles), es un plan de salud para ancianos de 55 o más años, quienes prefieren no mudarse a una casa de ancianos pero cuyos problemas de salud les hace imposible estar en casa sin la ayuda de una persona que los cuide.

“Cerca del 15 por ciento de las personas que atendemos son latinos – cerca de 95 personas son de El Sobrante y Hayward”, menciona Dianna Garrett del Center for Elders’ Independence en Oakland.

CEI tiene un fuerte enfoque en promover hábitos saludables y mantener a los ancianos activos y socialmente ocupados.
“Contamos con educación de la salud, clases de ejercicios, tiempo con el fisioterapeuta y comidas saludables diseñadas por nuestro nutriólogo”, menciona Garrett.

“Cuando alguien se da por vencido y piensa que algo es imposible, reduce sus probabilidades de hacer cambios para adoptar un estilo de vida más saludable”, agrega Garrett. “Todos nosotros, no importa nuestra edad, necesitamos tomar decisiones saludables sobre reducir el estrés en nuestras vidas y dormir lo suficiente, comer alimentos saludables y salir a caminar”.

“Claramente es necesario un nuevo enfoque para evitar la sobrecarga al sistema de salud y a las familias de las personas de la tercera edad en Estados Unidos”, menciona el  Dr. Drapkin. “Eliminando enfermedades prevenibles a través de la educación sobre hábitos saludables no solamente reducirá estas cargas, sino también reducirá gastos del cuidado de la salud y aumentará la esperanza de vida de los estadounidenses. Es un enfoque de ganar-ganar que creará ancianos más saludables y felices”.