Thu11Sep2014

Nevería en Fruitvale honra a la madre y a México

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Ferron Salniker Print Email

Luis Abundis celebra su séptimo año de inspiración de hacer helados en el Fruitvale Public Market. “Son realmente nuestros clientes quienes nos han ayudado a llegar a donde estamos”.

Luis Abundis construyó su negocio de un carrito de paletas a una camioneta hasta abrir un local. De hecho, ha abierto dos neverías. “Mi negocio creció verticalmente”, lo decía mientras estaba sentado cerca de su nevería, Nieves Cinco de Mayo en el Fruitvale Public Market. Abundis inició vendiendo helados hechos en casa en un carrito de paletas. Después compró una camioneta y eventualmente abrió su nevería. Actualmente, tiene una segunda tienda en San Francisco en el distrito de la Mission – ambas localidades tienen un menú completo de nieves tropicales, raspados y otras refrescantes delicias inspiradas en su natal México.

Abundis creció en un pequeño pueblo cerca de Guadalajara, en donde a los ocho años su tío le enseñó cómo hacer nieves a mano. Este particular estilo de nieves es llamado nieves de garrafa e implica un laborioso proceso al ir agregando los ingredientes poco a poco en una cubeta de madera colocada dentro de una gran tina con hielo, los ingredientes tienen que moverse y mezclarse constantemente hasta que se logra una consistencia cremosa. Cuando cumplió 24 años, Abundis inmigró a los Estados Unidos pero hizo a un lado sus habilidades de hacer helados mientras realizaba diversos trabajos, a fin de hacer su vida en su nuevo país.

Años después, Abundis decidió empezar a hacer helados nuevamente, iniciando con dos sabores y vendiéndolos en un carrito de paletas. Su primer día de venta fue en un festival del Cinco de Mayo. Al ir ganando confianza en el proceso agregó más sabores, expandiéndose más allá de los tradicionales sabores de limón y vainilla.

Ahora hace sabores como tuna, maíz, arroz, y más de otros treinta diferentes, muchos de ellos inspirados en frutas de temporada y sabores únicos de la cocina mexicana. Por ejemplo, el sabor a chocolate es completado con toques de canela y leche, lo que recuerda al chocolate caliente estilo mexicano. “Experimentamos con la receta hasta que poco a poco la perfeccionamos”, menciona la madre de Abundis, María Guadalupe Lozano. Abundis siempre está experimentando con nuevos sabores, pero cada uno es aprobado por su madre antes de que salga al mercado. Su esposa y dos hijas también ayudan en el negocio.

Hace siete años, casi quince años después de que empezara a empujar su carrito de paletas, Abundis hizo una oferta para rentar un espacio en el Fruitvale Public Market. Desde que abrió el negocio ha ido ganando firmemente seguidores y agregado nuevos productos a su menú. Además de las nieves, uno de sus más populares productos es la mangonada, una mezcla de raspado de mango, chamoy, limón, chiles molidos, sal y rebanadas frescas de mango. Abundis mencionó que la mangonada fue creada cuando una familia de Richmond que frecuentaba el negocio le pedía agregar los ingredientes cada que pedían un raspado de mango. “Son realmente nuestros clientes quienes nos han ayudado a llegar a donde estamos”, menciona. “Ellos son como una familia que sigue creciendo”.