Sat10Aug2013

Tratamiento alternativo: Centros del Este de la Bahía para jóvenes criminales usan estrategias diferentes

Information
Elena Miramar Print Email
La mayoría de los jóvenes menores de 18 años quienes comenten un crimen menor en el Condado de Alameda llegarán a conocer en centro de detención para jóvenes del condado. Sin embargo, nuevos métodos se están implementando con resultados positivos sorprendentes.
 
La mayoría de los jóvenes menores de 18 años quienes comenten un crimen menor en el Condado de Alameda llegarán a conocer en centro de detención para jóvenes del condado.

Juvenile Hall es un centro de detención temporal para menores que esperan la corte. Es un centro seguro las 24-horas del día que puede albergar a 299 jóvenes. Localizado en una propiedad del condado en San Leandro, el centro cuyo personal está compuesto de terapeutas-consejeros quienes supervisan a los menores y son responsables de su cuidado, custodia y control. Los servicios incluyen la escuela y otros programas educacionales, recreación, y servicios religiosos.

También el Camp Wilmont Sweeney está localizado en San Leandro, el cual representa una nueva, mas progresiva estrategia para tratar con los jóvenes criminales. Es un centro residencial sin cerraduras con 80 menores con edades de los 15 a los 18 años quienes han sido ordenados por la Corte Juvenil a internarse en el Camp. Dentro de un ambiente con un gran grupo de jóvenes caracterizado por la “cultura positiva de pares”, planes de tratamiento personalizados están desarrollados para cada joven con objetivos relacionados a las necesidades conductuales y educativas específicas. El objetivo principal es que cada menor regrese a su comunidad como un ciudadano productivo y positivo. Los programas y servicios especiales diseñados para los residentes de Camp Sweeney incluyen:

• Entrenamiento y Consejería de Resolución de Conflictos
• Grupos de Apoyo y Educación para Padres
• Programas para Prevenir la Violencia y Manejo de la Ira
• Programas de Educación de Drogas y Alcohol
• Programas Educativos

“Durante la década pasada se ha visto una alentadora tendencia en la justicia juvenil”, escribió Brian Goldstein, un analista político del Center on Juvenile and Criminal Justice (CJCJ) en San Francisco. “Cada vez más, los expertos están reconociendo que la mejor manera de mejorar la seguridad pública es depender menos de las instituciones correccionales estatales para tratar a los jóvenes criminales, y depender más en la estrategia de terapias dinámicas llevadas a cabo a nivel de condado”.

El personal de CJCJ recientemente dio un tour en una de las instalaciones que representa este acercamiento alternativo – el William F. James Boys Ranch en el Condado de Santa Clara. En su artículo, ‘Brave Experiment at a California Boys Ranch Pays Off’, Goldstein escribe, “James Ranch es un colegio mixto, con instalaciones residenciales con 96 camas para jóvenes de entre 15 ½ y 18 años, ubicado en las faldas de las montañas al sur de San Jose. Las instalaciones y el personal están motivados no solo por la pasión de mejorar las vidas de los jóvenes involucrados con la justicia local, pero también para desafiar el pensamiento convencional al demostrar que los jóvenes pueden recibir un tratamiento local positivo y exitoso. Las instalaciones han adoptado un sin número de componentes lo que ha motivado el reconocimiento como un sistema modelo, incluyendo los dormitorios pequeños, personal enfocado en el bienestar de los jóvenes, y programación terapéutica diseñada específicamente para el género y culturalmente viable.

No siempre fue así en el rancho. Previamente, las instalaciones operaban bajo el modelo enfocado en la regulación de conducta, el cual el departamento de libertad condicional del condado ahora lo reconoce como modelo antiético para lograr resultados exitosos. La estrategia de las correccionales era caro, y aun había muchos escapes, numerosos incidentes violentos y un gran número de reincidencias”.

Goldstein señala los resultados impresionantes del programa – durante su primer año, las violaciones fueron reducidas en un 63 por ciento y los nuevos arrestos se redujeron en un 50 por ciento.

“Hubo un tiempo en que, El Condado de Santa Clara dependía grandemente en el sistema correccional juvenil del estado, la Division of Juvenile Facilities (DJF). La población de la DJF ha disminuido en un 60 por ciento, resultando en un ahorro de $75 millones en gastos. Sin embargo, este dinero no ha sido reinvertido en los condados, los cuales pueden proporcionar programas de rehabilitación individualizada que han demostrado su éxito”.

Goldstein concluye haciendo un llamado al gobierno estatal a que trabaje con condados como el de Santa Clara para asegurar que los programas como James Ranch sean implementados a lo largo de California para lo que él llama ‘el sistema de justicia juvenil del siglo 21’. El artículo de Goldstein puede ser encontrado en www.cjcj.org.