Espanglish: El derecho a ser entendido

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24 September 2012 Print Email
La inclusión de estadounidismos en el DRAE es el primer reconocimiento oficial por parte de la RAE de que existe un español de los Estados Unidos, al mismo nivel que se reconocen argentinismos, mexicanismos, colombianismos y otros “ismos” de las Américas que caracterizan a las modalidades del español en esos países.
 
Mucha gente aprecia que se hable un español correcto, especialmente aquellos involucrados con los negocios, el gobierno y la educación. Cuando se habla casualmente con los amigos y la familia, el idioma fluye y está influenciado por muchos factores. La lengua cotidiana no necesita obedecer todas las reglas. La mayoría de los hablantes del español en los Estados Unidos vive entre el español correcto y el inglés correcto y la necesidad de comunicarse y ser entendido gana a la necesidad de apegarse a las reglas del diccionario.

El surgimiento del espanglish –palabras en español que se asemejan a las del inglés– ha alcanzado el punto en que ahora el término es reconocido por la fuente más oficial del español en el mundo. Recientemente la palabra “Espanglish” fue agregada en el diccionario que edita la Real Academia Española de la Lengua (RAE).

“Es la primera vez que la Real Academia Española reconoce la palabra”, señala Leticia Molinero, Académica Numeraria de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE). Molinero es una de las expertas más importantes del español en los Estados Unidos. La ANLE tiene un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos para la consulta acerca del español correcto y su uso por parte de las agencias gubernamentales.

Fue la ANLE que presentó la palabra “espanglish” para ser incluida en el diccionario de la RAE.

“La definición que publicaron ahora no es exactamente la que presentamos – contiene algunos términos que objetamos”, señala Molinero. La definición de la RAE es la siguiente:

“modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés”
.
 
La familia de Melissa Becerra de San Leandro representa el uso común del español y el inglés entre los hispanos. Melissa, de 14 años, habla espanglish solo con su padre.
 
“Mi papá siempre me habla en espanglish y mi mamá quiere que hable español correcto”, dice. “Si mi mamá me habla en español, yo le contesto en español, y si me habla en inglés, le contesto en inglés”.

Melissa ofrece ejemplos de algunas veces en las que ella usa espanglish con su madre:

“Casi siempre digo, ‘Mom can I go with my friends? Vamos a ir a la mall (centro comercial)’ o ‘Voy a ir con my friends y vamos a hacer the projects’.”

“Cuando mis amigos se comunican conmigo en español, dicen todo en español, no en espanglish,” agrega Melissa.

Preservado y actualizado a través de los siglos, el diccionario de la RAE contiene todas las palabras del español que existen, incluyendo los ‘ismos’ de cada comunidad hablante del español en el mundo (por ejemplo mexicanismos, argentinismos y ahora estadounidismos).

Un ‘estadounidismo’ es una palabra que no existe en español pero que se usa cuando se habla o se escribe español en los Estados Unidos. Molinero arguye que surgió un ejemplo cuando comenzó la crisis en el 2008 y la palabra ‘trillones’ se usó frecuentemente en los noticieros. Ya que la traducción al español de  ‘trillion’ es ‘billón’, expertos como Molinero decidieron que la palabra ‘trillones’ se usaría en español.

El reconocimiento oficial del espaglish, sin embargo, no significa que sea reconocido como un idioma, sino solo como un uso popular del español.

“Es un fenómeno natural que no queremos tratar de controlar o contener”, asegura Molinero, quien también señala que el espanglish en Los Ángeles puede ser diferente al de Miami o al de Boston, por ejemplo.

“Algunas veces es fácil crear una nueva palabra en español o cuando la gente quiere acercarse más al inglés – es espontáneo y ocurre en muchos países en diferentes idiomas”.

“Es nuestro derecho decir estas palabras en este país de cierta manera, concluye Molinero. “Todos los países lo hacen”.