Wed03Sep2014

Nunca es demasiado tarde

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Dawn Williams, New America Media

Aun si estas en tus 50s, 60s o aun mayor – aun si estas demasiado obeso (a), sufres de presión arterial alta, colesterol alto o diabetes, aun incluso si te has permitido mantener una dieta de malos hábitos o nunca has dado un paso dentro de un gimnasio o caminado para ejercitarte, nunca es demasiado tarde.

Mantenerte saludable con una poca de ayuda de tus amigos

Aun si estas en tus 50s, 60s o aun mayor – aun si estas demasiado obeso (a), sufres de presión arterial alta, colesterol alto o diabetes, aun incluso si te has permitido mantener una dieta de malos hábitos o nunca has dado un paso dentro de un gimnasio o caminado para ejercitarte, nunca es demasiado tarde.

Con ejercicio regular, como bailar, nadar o ir al gimnasio, puedes aun hacerte fuerte, saludable y tener más energía mientras que reduces los efectos del envejecimiento.

Sharon Conte es una prueba viviente de que nunca es demasiado tarde para cambiar. A la edad de 58 años, tenía sobrepeso, sufría de colesterol alto e hipertensión, y había sido diagnosticada con fibromialgia e hipertiroidismo.

“No me di cuenta de qué tan mala estaba con mi condición física”, menciona. “Estaba deprimida y siempre me dolía algo”. El año pasado decidió cambiar todo eso.

Saber en dónde empezar

El primer paso de Conte fue simplemente bailar su música favorita por una hora todos los días antes de ir a trabajar. Tres meses después, se sintió un poco mejor, lo suficiente como para dejar de tomar pastillas para el dolor.

Esto coincide con resultados de un estudio examinando el efecto de bailar en el dolor y falta de flexibilidad en las articulaciones. Se encontró que los participantes en el estudio experimentaron una reducción en el dolor y la flexibilidad, y la reducción fue más pronunciada entre quienes asistieron a mas sesiones de baile durante el estudio.

Los bailarines redujeron el uso de los medicamentos para el dolor en un 39 por ciento, en el grupo de control que no bailó, el uso de medicamentos se incrementó en un 21 por ciento.

Al mismo tiempo que Conte se sintió mejor, pudo ejercitarse más, y agregó mancuernillas de peso moderado a su régimen. También adoptó un plan de alimentación más saludable y agregó alimentos a su dieta que ayudan a reducir la inflamación. 

¿La recompensa?

El apoyo de otras personas puede ser invaluable para quienes están tratando de iniciar un nuevo estilo de vida activo.

Si no estás seguro (a) de en donde empezar, salir de casa y tomar ventaja de las actividades para mantenerte en forma que se ofrecen en tu comunidad, ya sea en un gimnasio local, YMCA, un parque distrital o un centro comunitario, pueden ser opciones para que empieces un nuevo estilo de vida activo.

¿La recompensa de todo este esfuerzo? Al final de esta primavera, Conte había perdido 39 libras y su colesterol es normal. El inicio quizás no sea fácil, pero de acuerdo a Conte, el esfuerzo es altamente recompensado, en el presente y en el futuro.

“Al finalizar este año”, menciona, “habrá una más tonificada, más delgada, más fuerte yo. El ejercicio me ha salvado la vida”.